Los espacios naturales de La Gomera

En el corazón del Parque Nacional de Garajonay

Héléna, siempre deseosa de hacer nuevos descubrimientos, decidió salir de Valle Gran Rey para explorar uno de los tesoros naturales más preciados de La Gomera: el Parque Nacional de Garajonay. Este parque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famoso por sus laurisilves, bosques ancestrales que parecen salidos directamente de un cuento de hadas. La Gomera, reconocida como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, ofrece paisajes impresionantes, y alrededor del 33% de su territorio está clasificado como espacio natural protegido.

El viaje desde Valle Gran Rey dura unos 30 minutos en autobús, con parada en Las Creces. Para los que prefieran el coche, hay un pequeño y cómodo aparcamiento junto a la carretera, a un paso de los senderos. Héléna optó por llegar en coche, aprovechando la libertad de parar por el camino. Una parada en el Mirador de la Curva del Queso ofrece unas vistas espectaculares de las montañas y barrancos de abajo.

Tras disfrutar de las vistas, el viaje continúa por sinuosas carreteras de montaña hasta llegar a Las Creces. Nada más bajar del coche, el cambio de paisaje es sorprendente. Mientras que en Valle Gran Rey la vegetación era seca y casi desértica, aquí el bosque se transforma en una auténtica enramada de verdor.

Comienza tu paseo desde la parada de autobús o el aparcamiento y déjate envolver por la magia de este lugar. A medida que avanzas, los pinos dan paso a una vegetación más densa, marcando la entrada a la parte húmeda del bosque. Los laureles, con su espesa copa, filtran la luz del sol y sumergen el sotobosque en una misteriosa penumbra. La temperatura también desciende, así que recuerda llevar una chaqueta para protegerte del frío.

A pesar de la altitud, los senderos están bien mantenidos y son accesibles, por lo que es fácil continuar la excursión en zapatillas. El bosque de Garajonay, con sus helechos gigantes, líquenes colgantes y el canto de los pájaros en el aire húmedo, ofrece un sorprendente contraste con los áridos paisajes de Valle Gran Rey.

Explorando los místicos bosques de La Gomera

Una vez en Las Creces, sigue el sendero bien señalizado que se adentra en el bosque hacia la zona de picnic. El sendero de 0,7 km serpentea entre una densa vegetación verde. Los altísimos árboles crean una atmósfera serena propicia para el paseo y la contemplación.

Al final del sendero, te espera un pequeño claro para caminantes, con mesas de picnic de madera rodeadas de naturaleza. Es el lugar perfecto para hacer un descanso y respirar aire fresco antes de continuar tu exploración. En lugar de volver sobre tus pasos, sigue el sendero mientras da vueltas por el bosque, ofreciendo una vista de pájaro de la diversidad ecológica del parque.

A mitad del bucle, un sendero bien señalizado conduce a Las Hayas. El paseo, aunque un poco más largo, promete una nueva aventura. Cuando llegues a Las Hayas, un pequeño pueblo enclavado en el corazón del bosque, te espera un buen café para vigorizarte después de la caminata. El bistró local, «Amparo», ofrece, entre otras cosas, una «Tortilla francesa», una tortilla blanda en una baguette crujiente, cubierta con rodajas de tomate o mayonesa. Acompañada de una ensalada fresca, zumo de naranja exprimido y un cremoso capuchino, esta comida sencilla pero sabrosa es una agradable sorpresa tras una mañana de exploración.

Una vez que hayas comido y descansado, vuelve sobre tus pasos a lo largo de los 700 metros hasta la bifurcación del sendero, y luego empieza por el otro lado del bucle, siguiendo el sendero «En el Brezo de los Árboles Viejos y el Camino del Mirto». Esta parte del parque, aunque todavía seca, tiene una atmósfera especial con un bosque antiguo que parece haber sobrevivido a los tiempos. Los árboles, con su corteza rugosa y su imponente tamaño, cuentan una historia silenciosa a cada paso.

Cruzando este bosque, llama la atención un viejo canal de piedra, vestigio de una época en que el agua del manantial se transportaba para regar los cultivos de los alrededores. A pesar de su aspecto sencillo, el canal es un testimonio del ingenio de la población local, que se adaptó a su entorno.

Myrica faya: un tesoro poco conocido

Uno de los árboles más característicos de este bosque es la Myrica faya, también conocida como «faya». Este árbol, endémico de las Islas Canarias, desempeña un papel crucial en el ecosistema local. Sus hojas perennes de color verde intenso contrastan con el suelo seco y rocoso. En ciertas épocas del año, los árboles de Myrica faya producen pequeñas bayas negras que, aunque modestas, son ricas en historia.

En el pasado, estas bayas eran consumidas por las poblaciones locales, sobre todo en épocas de hambruna. Eran una valiosa fuente de alimento para los habitantes más pobres, que sabían aprovechar al máximo los recursos que les ofrecía la naturaleza. Hoy en día, estas bayas se consideran más un testimonio del pasado, aunque su uso es menos común.

En primavera, a finales de abril y principios de mayo, el bosque se engalana de color con la floración de los geranios silvestres. Estas flores, de diversos matices, añaden un toque de belleza y vida a un paisaje ya de por sí rico en diversidad.

El Parque Nacional de Garajonay, en la isla de La Gomera, es un notable tesoro natural, que alberga una de las mejores representaciones de laurisilva, un bosque húmedo subtropical. Este antiguo bosque, que antaño cubría gran parte de Europa durante el periodo Terciario, es hoy un precioso vestigio de aquel lejano pasado. La laurisilva, con sus árboles de hoja perenne que alcanzan alturas de hasta 40 metros, se caracteriza por una biodiversidad excepcional, que incluye muchas especies endémicas de las Islas Canarias, así como una rica fauna de invertebrados, aves y murciélagos.

La edad de la laurisilva, que se remonta al periodo Terciario, significa que evolucionó hace decenas de millones de años, lo que atestigua su increíble resistencia y adaptación al cambio climático a lo largo del tiempo. Alrededor del 85% del parque está cubierto por este bosque único, aunque incendios como el de 2012 han dañado algunas zonas, demostrando la fragilidad de este ecosistema ante las catástrofes naturales.

El parque toma su nombre de la leyenda de Gara y Jonay, una trágica historia de amor entre una princesa de La Gomera y un príncipe de Tenerife, que se suicidaron juntos para escapar de la oposición de sus familias. Su amor dio nombre a la montaña de Garajonay, el punto más alto del parque con 1.484 metros, desde donde se puede ver toda la isla y, en un día despejado, las vecinas Islas Canarias.

Garajonay no es sólo un paraje de extraordinaria belleza natural, sino también un lugar cargado de mitos e historia, donde naturaleza y cultura se unen para ofrecer al visitante una experiencia única.

No olvides hacer una parada en el Mirador de Alojera. Sólo tienes que aparcar el coche en el aparcamiento y caminar sólo cinco minutos para llegar a una plataforma de observación que ofrece unas vistas impresionantes de la campiña circundante.

Información práctica para visitar el Parque Nacional de Garajonay

  • Calzado: Lleva botas de montaña o zapatillas deportivas cómodas, ya que los senderos están bien mantenidos y son accesibles.
  • Sombra: La mayor parte del recorrido está a la sombra de la densa cubierta de laureles.
  • Distancia: El bucle completo mide unos 4,5 km, y ofrece un agradable paseo por el bosque.
  • Parada de autobús: Hay una parada de autobús en Las Creces, que facilita el acceso al parque desde Valle Gran Rey.
  • Aparcamiento: Hay aparcamiento gratuito cerca de la entrada del parque, a un corto paseo de los senderos.
  • Restauración: Dos bistrós locales

Restaurante Amparo Las Hayas

El restaurante Amparo Las Hayas, situado en el corazón del Parque Nacional de Garajonay, es un verdadero remanso de paz gastronómica. Aquí podrás degustar platos típicos de La Gomera elaborados con productos naturales de la zona. Amparo Darias Plasencia, la emblemática anfitriona del restaurante, te recibirá con su cálida hospitalidad. El restaurante ofrece especialidades como el potaje de berros, carne de cabra con papas arrugadas, y sabrosos vinos locales.

Para consultar el menú completo y las ofertas actuales, visita su página web : Amparo Las Hayas. Si tienes alguna pregunta o quieres hacer una reserva, ponte en contacto directamente con el propietario a través del sitio web.

Es bueno saberlo:

  • Localización: A sólo 15 minutos del centro turístico de Valle Gran Rey.
  • Ambiente: Entorno rural tradicional con casas de una sola planta rodeadas de campos y jardines.
  • Alojamiento: El lugar también ofrece opciones de alojamiento con 4 casas rurales y 6 habitaciones, perfectas para una inmersión total en la vida de este pintoresco rincón de La Gomera.

Ven y disfruta de una experiencia auténtica y sabrosa mientras exploras las maravillas de este magnífico parque nacional.